Al estudiar obras de arte se pueden descubrir algunos cambios que han sufrido con el paso de los años. Estos cambios pueden ser debidos a factores como la luz o la humedad, pero también a la intervención humana. Este es el caso de una obra de Vermeer en la que el artista de Delft pintó un cupido que alguien cubrió años después. Tras estudiar detenidamente la obra, se decidió realizar una intervención y a día de hoy podemos volver a ver al travieso dios colgado en una pared. Os lo cuento aquí a partir del minuto 36.
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