Juno abandonó la Tierra el 5 de agosto de 2011 y casi seis años después ha llegado a su destino. Más allá de los datos gravimétricos que pueda ofrecer, lo más fascinante para quienes no sabemos resolver una ecuación diferencial son las imágenes captadas por la cámara que lleva incorporada (JunoCam). Auténticas obras de arte que evocan las pinceladas de van Gogh.
Juno ya lleva unas semanas en la órbita de Júpiter en una escena propia de una antigua leyenda griega trasladada al siglo XXI. Cuando en la NASA eligieron el nombre del satélite, no lo podrían haber hecho mejor. Aquí os lo explico.